Bebía cerveza y estaba a punto de llorar,
pasaba gente por el lado del cristal,
pasaba sin más, sin detectar la tristeza,
como gotas de agua en la ventana
como burbujas del mar.
Bebiendo cerveza y mirando sólo,
sacaba mi móvil del bolsillo, pero
seguía sólo, llamé varias veces,
pero no me cogió nadie la llamada.
En medio de todo, el bar es un oasis,
y el alma una llamarada.
Salvavidas, mano
que se asemeja a la genova,
en barco de madera.
Me tendió la mano,
me llevó por medio de todo,
sonó el llanto de Prometeo,
mi esencia estaba casi clara,
vi claro que el oasis era el barco.
Bebiendo cerveza y a punto de llorar,
mi corazón es medio limón escurrido
en un plato de anchoas; y el alma,
una cerveza que te dispara
el gaznate, al canto del adiós sincero.
Me gusta, Cooper.
ResponderEliminarGracias siempre mi más fiel lectora!
ResponderEliminarMi mejor y excelente poeta. El que más me hace sentir...
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