Tengo tanta pobreza
que la corto en rodajas
como monedas,
y, las ahorro en mi hucha
de hambre y frío.
Cuando haya llenado
todo el hueco con ella;
la romperé para comprar
un legajo de media noche.
Tengo tanta pobreza que nadie
me reza, es un adictivo alivio
saber que pobre, bien me libro.
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