Muerte a los muertos, para que revivan las flores arrancadas.

Trece calaveras y una muerte,
juego de azar en esta noche.

Trece calaveras y una muerte,
el amor trae buena suerte.

Muerte en cocinas ensangrentadas,
toda la comida se muere en el frigo.

Esta noche es la noche de mi sombra,
dormiré más sólo, y menos asustado.

La luz visitará mi almohada,
la muerte, llamará a la puerta, del abrigo
de la parca.

A Verónica Valiente.

Estudiando la posibilidad de la luz oscura e isquiática

Todo tiene hueco,
todo cabe hasta donde no ves:
E
  S
P
  A
     C
   I
      O

Busca el lugar solitario,
potencialo en su melancolía;
es un alimento a cucharadas.

Caminas bajo botones,
mientras tu alma se oxida
en una olla de barro.

Si lo buscas, puedes: aderez-arte,
y pasar de castaño a oscuro,
sin ver en lo oscuro lo tétrico
adoctrinado.

Es un viaje constante,buscarte
en medio de los huecos llenos;
mas en los vacíos, en esos,
en los que reside el miedo
a re-ubicarte:

Es donde has de colocar el marcador,
y:
L
   E
E
  R
T
   E
en esos resquicios que te desquician,
y, te convierten en la insatisfacción
ecuánime ordinaria.

Ascensor ciego emocionante,
llévame al sótano, ahí,
en el preciso, inimaginable,
e impío arañazo del alma,
en el cual, el momento de soledad
alimenta la sabiduría.

Cajas de cartón vacías, solfeos destilados de una sombra desafinada.

Noches como galletas,
resacas tan grandes como si te enamoraras,
invenciones, invencibles.

Caídas de ego, como suicidios colectivos.

Hay ginebras aún por destilar,
que ya provocan resacas.

Hay ojos por mirar,
que ya atraviesan corazones.

Meses recluidos en el hollejo de la existencia, que pre-ambular, desentona melodías erráticas.

Como el vino mancha la copa,
así es la muerte del espíritu estancado.

Tan solo es bebido el liquido esencial.
En ocasiones el alma, la dejas resbalando.

Raspando pellejos a la vida,
la muerte se convierte en jirón
de una existencia criticada
por su forma de extirpar segundos
a su propia vida, esa que tan eterna,
la mantiene matando.

Muerte no es vida,
mas vida no es estar vivo,
al menos siempre.


Recetario de un alienado.

Tengo la nevera llena.
Todo está caliente.
Me encanta cocinar,
para, después, comerte.

a Laura Bettonica.

Ella llueve al mundo, y el fuego venera la histeria de nuestros besos.

Vuelo entre trampolines,
los papeles reciben su dosis
de letra,
como si cosquilleasen
encías rotas bajo la lluvia,
se entrelazan en una locura
excitada del yo profundo.

Abro la nevera, abro una cerveza;
abro las puertas, abro las ventanas,
abro el pecho, abro las ganas.

Ha salido el sol y me violo a mi mismo
mientras escribo y bebo.

La cocina es un universo separado
de hedonismo,
he amado tanto en ella,
que siempre me horneo bajo
la receta de los besos y los abrazos.

Mañana habrá un agujero negro,
un big bang en el pasillo,
arriaré mis velas,
pondré destino a un corazón poco hecho:

Voy a devorar la vida, con vino tinto,
voy a besarte, como si comiera fruta.

Guerreando con el sueño.

Por la noche gritan los vecinos
de al lado.

Siempre llegan tarde
y su hijo llora.

Mientras, escribo,
bebo cerveza,
de vez en cuando
la miro de reojo.

Luego en la cama,
la abrazo y duermo,
no sin antes sentir
una guerra en mi pecho.

Bosques de espuma y muerte

Los bares de los hospitales,
son como los bares
de las estaciones.

Misma entrada y salida,
igual sabor en la cerveza,
simbiosis entre muerte
y rutina.

Es como si dios,
fabricara la misma llave,
para dos cerraduras.

Entras, bebes, comes,
viajas en autobus de tercera,
y mueres con el billete,
sin ticar,
en la cartera.

Pienso, en ocasiones;
en toda la gente muerta
que mastica bocadillos,
engullendo el último trago,
de cerveza.

Fonambulista con red de cemento.

Deseando ser gervera o eucalipto,
nacer en medio de un campo sucio,
deseando ser algo distinto a lo que soy.

Nacer no siendo algo proyectado,
ser entendido por mi mismo, y no,
por mi ente creado de una nada
arrebatada de sueños.

Escociendo mis entrañas
cuando sonrío,
no soy nada especial,
no eres nada de este mundo.

Haber nacido en otra odisea,
en una horcajada de la luna.

Regando en silencio mi silencio,
marcando los finales con lápiz rojo.

Asintomático de ti mismo,
has derrumbado el valor del día;
¿No has conocido nunca la unión
universal fuera de tu espacio?

Estar en medio de un huracán tuerto,
estar en medio de todos siendo el tonto
de la clase; ese imbécil del grupo.

Deseando ser una herida en un campo baldío.

Gafitas cuatro ojos, elevo al cubo el pasado, trayendo a tus manos, mi niñez envuelta en besos.

Al corro ancho de la patada,
como si nada pasa,
comeremos ensalada,
como trozos, como jirones;
naranjitas podridas y limones.

Ahora ha de pasar todo,
como ya pasó una vez,
como siempre pasa,
aunque sea bueno,
porque nada queda
en el exprimidor
de esta rutilante vida.

Al corro ancho de la patada,
mandaremos al carajo
lo que nos mata,
pasaré mi mano por tu frente,
hasta que los besos
se conviertan en tiza,
con la que escribamos
amor,
en una pizarra eterna de recuerdos.

A Laura Bettonica.

Aclarando la existencia del negro, me corto las venas para descubrir el cuello del cielo.

El espacio es verde,
los besos son verdes,
la música es verde,
la estela universal es verde,
el poema es verde...

el viento es verde,
el viento es verde,
el viento es verde,

los besos son amarillos
los abrazos azules,
por eso el amor es verde.

La sopa es verde,
la cerveza es verde,
las sabanas son verdes,
los sueños son vida,
y la vida es magenta,
cian y banca.

Todo es verde
cuando duermes en la hierba;
hasta mi guitarra desafinada es verde
y el haiku es una construcción mínima
estructurada,
y es verde.

Lorca era verde, reverdecía en su vida
hasta en su muerte negra,
y heredamos verde,
la herencia del dolor,
la herencia de lo no muerto pero incontrolado
de lo blanco.

La vida es blanca,
la tiras al suelo,
se rompe,
y se desangra en verde.

Todo es verde porque La Odisea,
marcó las quijadas partidas por espadas;
como la esperanza del hombre matado
que riega con su sangre el suelo:
semillas esperanzadas, destinadas al verde.

Resacas de dolor, amor como una boya.

La pena, es la verdad,
el dolor, es la verdad,
el tiempo, es la verdad,
la vejez, es la verdad,
la muerte, es la verdad,
la depresión, es la verdad,
el odio, es la verdad,
la guerra, es la verdad,
la bala, es la verdad,
el insulto, es la verdad,
el miedo, es la verdad,
la distancia, es la verdad,
el llanto, es la verdad,
la soledad, es la verdad.

Hundirte es la verdad,
atravesar un bosque oscuro
es la verdad;
perder todo, es la verdad,
no saber donde estás, es la verdad,
verte en espejos rotos, es la verdad.

Todo en la vida es verdad,
el espíritu, la sangre, todo es verdad.

Todo es verdad, porque en la verdad
encuentras el átomo de esperanza,
minúsculo, pequeño, como una lagrima,
como una gota de lluvia,
como una risa a carcajadas,
tan pequeño como lo bueno,
tan poderoso como nada;

esa es la verdad,
siempre gana el amor,
y te atrapa cuando miras
al frente, buscando el momento,
que en su poder,
fue una verdad apabullante,
atropellando tu pecho
y sacando tu ánimo.