Cierre

Chupando botellas vacías
casi es la hora de irme,
el camarero mira torcido
y el portero no es amigo
mío.

A penas tengo un euro,
al menos el sol,
no ha salido.

Salgo pisando el suelo,
alternado el vals de la pared
que tan de pequeño,
aprendí por el mismo dinero.

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