Como la medicina
que remueves con la cucharilla
para tomarla, así me siento
en ocasiones, disuelto y centrifugo,
me cuesta curarme, escuece,
sobre todo cuando tienes la llave
para saberlo todo.
Bebo del vaso de mi revuelto
estomago, el corazón es un globo
al que se le escapa el aire,
me mareo, me mareo,
¿para qué matarme con desconsuelo?
¿qué utilidad tiene eso?.
Un poema enamora, te hace vibrar, te lleva a lugares de tu corazón que desconocías... pero también puede inquietarte. Es una manera muy original de reflejar el crecimiento interno pero joder Carlos, haces que se pongan los pelos de punta a veces. Enhorabuena!
ResponderEliminarAlberto C.