Tomando un vino
la barra del bar es una pierna
larga, donde apoyar mis codos,
mi poema es una luna llena,
Bebo vino sólo cuando me nievo
y el frío es tan breve que siempre
pido otro.
Templo con el vino
mi alma hiperactiva,
calmo con él mi intensa
muerte, y me lleva
de la mano, hasta el momento
de la vida.
Temo que la barra del bar se te haga pequeña...
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