Subo la cuesta hasta su casa
cojeando y dolorido,
ella es una recompensa
que clama la paciencia.
Llego hasta su casa,
deseo siempre con ella
ir más allá de las manos.
Su cama es un cuadrilátero
donde libramos las mejores guerras.
Cómplices en el amor,
rivales en el sexo,
ella apunta y yo disparo.
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