En favor de la locura y para no caer en rutinas de asedio apático.
La gente pasa, blancos pies calzados, espaldas de ladrillo, labios desnudos pechos sin palabra.
Mi sangre es un viejo que sabe demasiado.
Tengo los bolsillos como un corazón sin riendas.
Bebo y amo. Bebo y amo.
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