Agarrame de la mano
llevame despacio, sin ruido,
voy descalzo y con el torso
desnudo.
A paso lento, camina y no rompas
el silencio, la brisa... acaricia el cielo
de nuestros besos perdidos.
Sabes que soy sólo tuyo.
un gigante de piedra
con corazón de plastilina,
un caballo percherón,
con pezuñas de sueño,
Un animal con zarpas de risa.
No me digas nunca adiós,
no te despidas porque nunca
hay distancia entre nuestras manos.
Recuerda que el amor es solo caminar
con todo lo que nosotros hemos sido,
para ser juntos, aún más.
Ahora quizá soy una maquina imparable
de palabra, pero tu silencio me llena
hasta cuando mis huesos destripan
la muerte de mi frío.
Recordarte en cada esquina hace
que el miedo disipe su sabana
y me arrope bajo el lecho de tu sangre.
Hablo, comunico, hasta cuando sé que me equivoco
es la grandeza de lo desmedido, el miedo a no tener miedo
la ignorancia de no estar nunca solo.
Limpiame los malos sueños,
pasa tu mano por mi pelo.
Tumbado en medio de mi timidez,
tiende tu mano al sol y pásala por mi pecho.
Reververece la hierba amarilla
de mi valle, en el instante
que me agarras.
No olvides todo esto:
Camino descalzo con el torso desnudo,
tengo un corazón de plastilina,
mis pezuñas son de sueño
mis zarpas de risa.
Por lo demás no te preocupes,
vine para que no seas tan fuerte.