El sueño desea cerrarme la luz,
echarme persiana, delgada carne,
visita mi alma insigne la albur
de la llama su inimaginable.
Qué a tientas imagina
que su vida corta
se trae en almorta
la escasa: ahora inquina.
Ya lo dejo en escaso
el tiempo de descanso,
que a penas no duermo
y me quemo en sueño.
buen vocabulario y mejor sinestesia. Insuperable
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