Cuando deje de escribir,
la muerte llevará bolsillos
para toda mi pena y ella
con ella, se quemará viva,
pues viva la muerte se sentirá
al no tener corazones muertos
con mi poesía.
Cuando deje de escribir,
el mirlo se arrancará las plumas
con sus propias manos y,
su sombra será una sombra
castrada de vuelos llanos.
Cuando deje de escribir
el hombre dejará de ser malo
pero que me lo aseguren
que no escribo más
un renglón de espasmo.
Cuando deje de escribir digo,
que algo me estará ocurriendo
en noche de infierno abatido,
mientras corro y finjo
a escondidas en mi ombligo.
y no llegará nunca, no puedes.
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