Hago chocolate amargo
para guarnición
de mis decisiones.
Como un gato,
camino por el tejado
en la noche, sin caerme.
Hace mucho que no me tengo,
no hay pobreza, ni fortuna.
En cambio encuentro
en la sequedad,
de esta fuente,
la palabra, en la piedra
erosionada por el silencio.
Saco algo al fin de todo esto,
y sé que no es importante
pero me da igual todo,
cuando lo minúsculo,
toma forma de emoción
descontrolada.
Está bonito. Te deja pensando... para reflexionar estoy yo hoy jajajaja. Besos Carlos.
ResponderEliminarMuchas gracias Maite, reflexiona que todo se arregla!
EliminarBesos mil!