En favor de la locura y para no caer en rutinas de asedio apático.
Medidas y raciones.
Puedo vivir
sin mi Koku...
esa rara
medida
que el corazón,
raciona
como aliento
de ajo.
pero no,
sin mi tinta
ni mi pincel,
esa extraña carne,
que doma
la fiera, que habita
en su vagina.
por momentos habitas en mí
ResponderEliminarlo suficiente para desearlo
pasas como una estrella fugaz
y cada uno sigue su camino
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