Soy la última puta de los bares,
miro a todas las partes con desconfianza,
me gusta caminar solo, ir solo, por eso,
cuando voy con gente, las últimas horas
rehuyo de sus ojos, para como un gato,
hacer equilibrio en las calles
mientras lanzo gemidos a la luna,
como insultos, por dejarme solo,
y no encontrar coche donde guarecerme,
ni manos con alas que me acaricien.
Busco mi soledad para pelearme con ella,
últimamente tengo muchas ganas de bronca,
me saben demasiado bien aún, aquellos filetes
de carne roja,
por eso me jode, meter mi lengua en la basura,
cuando la madrugada se convierte en maullido.
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