Ahora existe,
la soledad marcada
por el día,
el dolor del consejo tardío.
Me desplumo en cada esquina,
y ya hasta me cuesta levantar
el vuelo.
Nací para no estar muerto,
pero vengo de una muerte
que dura el consejo de una vida.
Ahora existe, el temor,
la duda, la soledad,
el tiempo.
El tiempo,
sacado de sus horas,
se me derrite la muerte
entre sus manos.
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