Ella se esconde
tras un miscanto.
Vive como la lespedeza
que florece
en la noche.
Huele a loto
descansado
en la hoja
de una pasania.
Como la abeja
excitada y jadeante,
posa su vagina
en la floresta
y poliniza
la urbe,
mientras camina
sobre el asfalto
podrido del mundo.
Todo por la vida,
porque ella es vida
y en la palma de su mano
no hay destino,
sino un: todo irá bien.
Temo repetirme en exaltar continuamente la belleza de tus poemas. Pero no puedo pasar por alto ese "olor a loto" de tus letras...
ResponderEliminarSiempre serás bienvenido!
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