Nada, no es nada.
A penas ocurren,
y es mejor dejarlo.
Garabatos de sangre
en vasos de vino tinto,
solo el ciego los advierte.
Dibujos en medio
de tu cuerpo, exiliado
a la nada.
Divisiones en la comunicación,
errores en el habla.
Carreras sin meta,
desfondado y sin lengua.
Espumas tóxicas,
me centro en nada
y me olvido
hasta de lo exiguo.
Es complicado
entenderme a mi mismo,
aún suenan cencerros
en lo alto de mi cabeza.
ora arriba, ora abajo,
desde pequeño estoy
en una montaña rusa.
Sabes que escribes bien, tío. Me ha molado descubrirte. Un saludo!
ResponderEliminarMuchas gracias José!!
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