Si cosechas este poema,
cómo una violación de tu sombra,
debido a que no es más que una maraña
de intensa vivencia que recuerdas.
Cuando lo siembres, recuerda
que cada palabra ha sido cómo
un pelo de pubis
que se ha roto en medio de tu llanto.
Catulo...
me encargas versos en los que tu boca
hubiera deseado arrancar flores a mordiscos.
Ahora tan solo son negruras
de la cortina con la que cerramos
la luz de la verdad...
Catulo,
cuando revivas de tu sueño...
déjale esta carta a Chinaski
bajo su puerta, al final,
todos los poetas escribimos
porque nos aburrimos
y
si no...
que le pregunten a Fu,
lo mucho que se aburría
Neruda de follarse siempre su verso.
Pero es mejor romper la vidas
escribiendo penas en medio
de nuestra borrachera.
Menos mal
que nacimos poetas
y
no nos meten en la cárcel;
al menos en esta época...
pero dales tiempo
a que los versos,
den rienda suelta
a la rama que rasque el cielo,
cuando el invierno se chive
de nuestra lengua libre.
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