Noche de entrega

Hay una linea
que atraviesa
tu vientre...
y otra que la corta
sesgando tu ardor
en millones de trozos
que queman...

Hay un árbol
que crece hasta
tu cuello,
entre tus senos,
donde yacen
los pezones
por donde
escala mi
malévola
risa...

Poseo y riego
tu árbol
en su base enmarañada...

Tengo un pajaro
negro
que mira como asesino
tu vientre de vida...

Desea con su pico
de carne grisácea,
rebuscar
y
comer la simiente,
que llora
al nacer
en medio
de la noche...

Tengo
un pájaro
negro
que quiere
morir posado
en tu árbol,
en ese que nace
y muere
en tu cuerpo...

He metido
con mis dedos,
mis propias
semillas...
mientras
revoloteaba
en círculos,
esperando
a que mi
flujo,
el que muere
cuando
respira,
yaciera
en tu vientre
y arrancarlo
con sus garras
para desgajarte
entera...
desangrando
tu destino
de legajo
inamovible.

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