Haz con ella
lo que te apetezca.
Puedes arrugarla
como un papel
con versos fallidos
y encestar en la papelera,
puedes disfrazarla
de hombre araña
o insultarla
llamándola perra.
Es tu muerte
la mía, porque te la regalo.
Métela en un cajón
y olvídala,
ponle un collar
y llévala con traílla,
como a una esclava.
Haz con ella bondage,
vistela de látex
y la azotas.
Te regalo mi muerte
para que la pintes
si quieres de rojo
o verde
o gris
o la puedes
dejar así,
trasparente
pero es tu muerte
porque te la regalo,
Quiero que la cuides
para que no me venga
con quejas...
Te regalo mi muerte
para que la dejes suelta
y repte como una serpiente
de sueños
por la Gran Vía,
tragando a otros
como hamster
de vida,
Porque mi muerte
engulle la vida
de otros
para ser menos
curiosa conmigo,
y más tibia.
Te regalo
mi muerte,
suéltala
que vuele,
saca un rifle,
y le disparamos.
Y como me gustaría poder regalarte la mía...
ResponderEliminarRealmente buena Cooper