miro por la ventana.
Los gatos callejeros
ya no salen temprano.
La gente corre ciega
por los bordillos.
La gente es esquina
mal doblada.
Calles secas, western de almas.
Hay un montón de ropa arrugada
encima de mi silla.
Estaría toda la vida contemplando
lo que ocurre.
Sería un inactivo.
Un vago de barba hirsuta
y mirada viajera.
Lo que pasa
es que hay obligaciones
por cumplir.
La nevera necesita cerveza
y las calles perros solitarios.
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