Vive en mi un extraño
anhelo, que se baraja
entre mis humores negros.
Es algo que tiene forma de simiente,
lo riego al día, para olvidar
la vida que tiene.
Baja desesperado, y se busca
pero no se encuentra,
porque es su muerte
lo que le horroriza.
Es un hijo muerto
que flota en mis estancias
mientras cabalgo tu cuerpo
como un lobo hambriento.
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