No encendí las luces,
y dejé correr el agua
por mi cuerpo.
Caliente, casi hirviendo,
sintiendo que me arranca la piel
a tiras.
Añoro no tener alcohol,
para echarmelo
por la cabeza.
Tanto bien,
no me lo merezco.
Cierro el grifo.
Espero que la muerte
me seque,
ojala se atragante
con mis deseos.
potenciando los otros sentidos
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