Yo sé que hay cosas que se van,
y otras que sus dueños; se llevan.
Alguna vez lo he hecho, pero nunca,
me han llevado o se han llevado
algo que vivía en mi.
Ser uno ante la tormenta,
convertirse en lago,
mientras flota un pato muerto,
son cosas que nunca me había
planteado.
Por eso te pido, que si te lo llevas,
esto que sembramos y tiene vida,
si te lo llevas,
llévatelo lentamente,
como si un niño muriera en la cama
de un hospital sin nombre.
Llevatelo despacio, porque al llevártelo
ya se encargara el dolor de recordarmelo,
ya vendrá el niño a emborracharse conmigo.
Tráeme de nuevo donde estábamos,
dame el mejor de tus silencios.
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