Desde dentro afuera. Poeta en la cama XI

Le hago el amor, cuando vamos al supermercado,
cuando corta la col para la ensalada,
mientras fuma y toma mate al sol de la terraza...
Le hago el amor pausadamente, mirándola,
merodeando su cuerpo con esta mirada que tanto ha visto
y que ahora ha sentido.
Le hago el amor incluso ahora, que no la tengo.

Es mi patria chica, este pequeño rescoldo que avivo
soplando como el fuego de la chimenea.

Me abraza y se le escapa una lagrima,
lagrima que cura el dorso de mi mano,
dorso que chupo para saborear su llanto.

Merece que la quiera bien.
Deseo que mi ser sea un vaso
de agua clara y limpia.

Cruza por mi techo algun nubarrón
todavía, pero entre su espesura me llega
la luz.

Pronto todo será lo que el tiempo decida,
mientras yo solo deseo ganar de nuevo esta partida,
pues partido es el amor, porque se comparte.

Y es más lo que recibo cuando le doy,
que lo que le quito cuando no la tengo.


Le hago el amor, cuando vamos al supermercado,
cuando corta la col para la ensalada,
mientras fuma y toma mate al sol de la terraza...
Le hago el amor pausadamente, mirándola,
merodeando su cuerpo con esta mirada que tanto ha visto
y que ahora ha sentido.
Le hago el amor incluso en el más feroz de los sexos,
mientras me trago el rescoldo para que se ponga de corazón,
y soplarlo,
y soplarlo.

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