Curado.

Salí del hospital
mareado.

parecía que en vez
de quimioterapia,
me habían suministrado
Calimocho con vino
barato...

la extraña sensación. Era como
si te dejaras llevar por la ignorancia.

No sabías nada
y acababas sin saber nada.

Durante la quimio
veías las caras
de las viejas,
de los jóvenes,
apenas se diferenciaban,
todos la misma mirada,
todos los ojos muertos
hacia algún lugar de su vida
más lejos que el recuerdo
de su infancia.

Imagino que todos estábamos
más cerca de la muerte
que de la propia vida,
que en ese momento nos mantenía.

La vida con cancer
es un delgado hilo de plata
con exceso de peso en uno
de sus extremos,
crees que más que romperse
poco a poco,
en cualquier momento,
se parte y caes con todo el peso
al suelo
como si fueses un saco de arena,
para que el resto de ti
se escape como un globo sin lastre.

Gilipollas

Me gusta
que me llame
por teléfono.
Al teléfono
que yo
rehusaba tener.

Me gusta
que me llame
al teléfono
que odiaba,
por que consideraba
que un móvil
era algo snob.

Ahora, el teléfono,
es complice,
porque cuando
me llama,
me habla...
susurra...
se confiesa
con cualquier
cosa, que por pequeña
que sea ó insignificante,
no sabe, no se da cuenta,
que me lo dice al oído
como cuando tienes
veinte años y cuentas un
secreto en voz baja
para que nadie
se entere.

Después cuelga
pero antes de colgar,
suspira
y siento el aire
dentro de mi...
entonces,
sonrío,
s
o
n
r
í
o como un,
g
i
l
i
p
o
l
l
a
s

Comebolsas.

En estos días
no esperas a nadie
tan solo abres los ojos
y los cierras
fotografiando
la desconfianza
que te brindan.

Bajas por calles que conoces
de sobra mientras recuerdas
el daño que hiciste.

Entras en los mismos bares
escuchas las mismas bromas
y lo peor es que te siguen
haciendo gracia.

En estos días tu memoria de pez,
te juega malas pasadas
cerrando a cal y canto,
la entrada a tu alma
que otros
intentan renovar,
mientras tu la pudres
con el humo de tu cigarro,
y la machacas con la ginebra
barata que carcome tus tripas
pero enciende la chispa
creativa que vive en ti.

Crees haber vivido más que nadie
y crees joder mejor que nadie
y hablas de ello a gritos
en todos los sitios,
mientras te comes dos gramos
de coca en compañía de unos
perros viejos del arrabal
donde vives.

En los garitos oscuros
a las diez de la mañana
después de que la noche
abandonara su intento
de cambiarte, prefirió,
dejarte salir sin dormir,
para que buscaras otro sitio
donde seguir huyendo.

Mientras las viejas llevan sus bolsas
de la compra
y las imaginas llenas de coca,
te arrastras como una lengua sucia
buscando cobijo.

En estas noches,
Largas, provocadas en bares
para que no amanezca,
te recreas en tus aventuras
mientras el mundo se olvidó
de ti hace muchos días.

Flores del asfalto

He salido
de la urbe
tras quemar
todos mis zapatos.
he montado
en coche y doblado
desde Antonio Acuña
hasta O´Dononell
bajando la calle
dirección Pirulí.
El ultimo semáforo
se ha puesto
en ámbar podría
haber cruzado y dejarlo
atrás, pero llevaba la prisa
del derrotado.

Una furgoneta de delante
me impedía ver el semáforo
solo veía su publicidad.

De repente como en un cuento
ha salido una mano del asiento
del conductor por la ventanilla,
la ha estirado, hasta casi rozar
con la punta de sus dedos
las flores de la mediana
de la calle O´Donell,
flores en medio del asfalto,
de subida y bajada,
pequeñas y amarillas
con fresco aroma
a crisis y paro,
ha maniobrado
para acercarse,
la ha cogido por el tallo
la ha arrancado, y el semáforo
se ha puesto en verde...

Hoy tenía un mal día
pero las flores
de la calle O´Donell
me han dado un momento
de esperanza,
aunque se de sobra
que alguna vez
acabaremos
como una flor
en medio del asfalto
y alguien
lejos de observar
la belleza,
nos arrancara como premio
de un día soleado.

Chop, Chipop

Saliendo del curro
y cogiendo el coche
me meto en la m-30.
todos los días lo mismo.
A las siete de la tarde
el atasco es infinito.
Fuera, esta lloviendo
y el agua chisporrotea
en los cristales
y el capo,
salpica en la chapa,
resbala en el cristal,
dibujando pequeños caudales,
orquestando su particular
sinfonía...
chop, chipop, chop, chipop.
A mi derecha un hombre
se hurga la nariz con su dedo
meñique, lo ahonda tanto
que sacará algún pensamiento
prendido de la punta
entre el dedo y la uña.
A mi izquierda,
una bella joven
agarra con firmeza el volante,
labios rojos y carnosos
canturrean, mientras
mira al frente con los ojos perdidos
en la cabeza del atasco
y sus pensamientos en algún lugar
de Saturno, deslizándose por
sus anillos.
Detrás una mujer de unos cuarenta
mira sus dientes y sus ojos
en el espejo de la visera,
preocupada por su belleza
y cuestionandose que hará
cuando llegue, a casa.
Suspira...
y se deja caer en asiento
mientas espira y le da una calada
a su cigarro.
A mi derecha:
el pensamiento al borde del abismo.
A mi izquierda,
el presente incierto.
Detrás el futuro,
se recuesta y convierte en humo
fuera: chop, chipop,
la lluvia continua.

Sentado en el coche
en medio de la m-30
los tubos de escape
son futurologos.
En medio de la m-30
rodeado de caras,
y cuerpos,
la mayoría de ellos
podrían ser grandes amigos,
amantes ó enemigos,
pero no lo saben
porque la m-30
lejos de todo
no permite ni un segundo
de amabilidad.
Tocan el claxon.
He de seguir, hasta otra...

Olvido y muerte

Estábamos sentados en la barra
bebiendo después de un entierro.
él, rompió a llorar
como si le estuvieran
rajando las tripas...
mascullaba entre lágrimas
que le ahogaban las palabras...
en esas situaciones
jamas se lo que decir
bebí un buen rato...
le escuche llorar, quejarse,
no paraba de dar por culo
con la cantinela del moribundo
era como un fado rayado
y entonces le dije:
-Sabes?, el olvido mata más que la muerte

Moscas en los Bares, cerveza caliente.

Vuelvo sobre mis pasos
con los pies más emplomados,
un corazón de pelele
y el alma hecha un guiñapo.
Moscas en los bares
cerveza caliente
te das cuenta
del error de tu apuesta
antes de perder.
El viejo de la esquina
ya no escupe cuando pasas
eres tan poca cosa
que ni la crisis te afecta.
Moscas en los bares
cerveza caliente
todo el trabajo
es un retortero
de escombros
bajo el ardiente sol
de verano.
Cuando camino
hacia delante
vuelvo sobre lo andado.
Veo moscas,
la cerveza se me calienta
y la consumo
con asco,
pero no me queda otra
que seguir,
aunque toda la bondad
del mundo, me cabe en una mano.
Moscas calientes
cerveza con alas
el caldo revolotea
en mi cabeza
y me cuece las ideas.
no alcanzo
lo que sueño
y los jirones de mi
piel es el alimento
que ansío.

Solo en el bar...

Durante siglos, he observado
El arroyo del brazo de acero.
Pero nunca me fije en el
atardecer.
Desde el hirsuto taburete
mi alma lisonjera, no advierte
las pestañas anonimas.
y los ojos del mundo
ya no vuelan hasta mi alma.
Si contemplo el arroyo
no me convierto en sabio,
pierdo la hermosura del atardecer
y las piedras blancas del arroyo
son lágrimas,
cuando la corriente las arrastra
hasta los meandros.
Si observo la belleza,
me pierdo la hermosura.
Solo la sabiduría del camarero,
podría descifrar esta
duda advenediza,
en la que se abate
la fiereza de mi ser
mientras torno
mi cara en rojo

Bankero

Según entras a la derecha
en el parque
de Isabel Perón
en Madrid,
hay un banco
de madera
viejo y verde.
Esa fue mi cama
durante cuatro noches
era duro e incomodo
pero me daba sensación
de seguridad,
las pocas noches
que en el dormí
supe lo que era el frío,
y por las mañanas
los que allí dormíamos
meábamos en la fuente
para calentarla y que saliera
un hilo de agua
igual de fría
que sus muertos.
Fue mi motor de madera
el comienzo de mi
tropelía...
no creí salir nunca
de sus rígidos tablones.
Recientemente fui a visitarlo
para saber que seguía allí
me senté, acaricié sus remaches
igual de fríos que siempre
mas oxidados, más castigado.
-Lo peor que me puede pasar
es acabar aquí de nuevo
pensé...-
La ropa en mochilas,
La vida en bolsas,
La ilusión desperdigada
mientras la picoteaban las
palomas
Los nudillos, tan helados
como los remaches,
Las manos temblorosas
La mente en blanco
La muerte una manta a cuadros.
Recientemente
fui a visitar
lo que fue mi hogar:
Un cielo de hielo
Un parque contaminado
Y las palomas me miraban
con hambre, esperando
alguna migaja de esperanza
que llevarse al buche.
Fui Bankero
en cierta ocasión
que prestó ilusión
a un mundo desgraciado.

Amarillo noche

Salí del bar
camino de la pensión.
Anduve a ciegas
esquivando adoquines
contando las luces
de los coches.
Llegué a la habitación
me senté a escribir...
pero no salía.
no me obligué.
me tumbé en la cama
el neón me pintaba la cara
ora azul ora amarilla.

Todo me daba
vueltas

Cerré los ojos.
intente pararlo.
imposible.
los abrí.
Y
delante tenía
a los siete sabios
del bosque de bambú
les pregunté:

-¿Por qué viene todas
las noches la grulla amarilla
a observarme por la ventana?

Todos contestaron a la vez.

-Porque tu muerte es lenta
Porque tu muerte es lenta...

Verso Extremo

En miles de ocasiones
me encuentro con esto.

Echaba unas monedas en una cabina
Me atendían

Abanderando su excelso trabajo.
Dependiendo de ellos
todo el esfuerzo que has dedicado,
son los buitres de esto y aquello


que revolotean encima de ti
para amarte o hacer que te odien
escudados siempre en las palabras:


Con todas las horas dedicadas

reconocemos un gran esfuerzo pero,

irremediablemente

todos llegamos a la decisión

irreparable y basada en nuestras reflexiones

consensuadas por entendidos en la materia ,

a no publicar ni premiar su trabajo

recordarle que puede publicar a bajo coste.

El Reencuentro

Una noche en la taberna de Fran el tuerto, coincidieron sin conocerse, habían dejado casi una hermandad consanguínea a medias, una de esas amistades que nadie se atreve a adjetivar ó calificar por lo sagrado que dan a entender. Esa noche el tiempo les negó el reconocimiento les aró en piel y rasgó en ojos tanto dolor que no supieron saberse el uno del otro, solo al termino de dos botellas de aguardiente, Roonie fue al baño a mear y al pasar junto a Mark le dio un leve golpe con el codo, algo que a un sobrio jamás le hubiese molestado, al retarse con la mirada ambos sacaron navajas de muelle; solo que Mark más perro viejo, no fue amenazante sino certero y Roonie se sintió nacer un afluente de vino del lateral del cuello. Cuando Mark rebuscó en la billetera de Roonie, para sacar el dinero se vio abrazado junto al cadáver en una foto con más vida ambos que la que ahora reflejaban, al reconocerse no supo actuar, le asomaron unas lágrimas y cuando fue a explicar al tabernero su error... Frank el amigo fiel de Roonie, le clavo en el cuello una botella rota a Mark dando la misma muerte que al desdichado Roonie... Fue el fin de todo, la amistad se convirtió en un relleno, en una jarra de babas, de dos cadáveres, en la taberna de Frank “el tuerto”.

Rompedor

Fue hace doce años

cuando publiqué mi primer libro

en un programa de radio

alguien me preguntó si me consideraba un:

i

c

o

n

o

c

l

a

s

t

a

de la literatura.

Pregunté:

¿Qué es
i

c

o

n

o

c

l

a

s

t

a?

él, me contestó:

rompedor

yo que entonces era un chulo

y un broncas dije:

Sí, de bocas como la tuya...

no he vuelto a escribir desde entonces.

Sparring

Me levantaba todos los días
a las 8:30 de la mañana.
Me quedaba sentado
en el borde de la cama
durante un rato.
luego me incorporaba
y al volverme
veía la mesa con la maquina de escribir
y la hoja en blanco metida en el carril.
Cruzábamos miradas
desafiantes, con mala leche
luego me duchaba, me vestía
y me iba al trabajo.
Caminaba hasta
la glorieta de Bilbao
tomaba el metro hasta Goya
salía por General Porlier
y de ahí hasta el trabajo, andando
y por dentro la hoja en blanco
solo ella, nada más en la cabeza
desafiante, como diciendo:
-Hola inepto, no vas usarme
no sabes que poner..
¿no piensas untarme con tus poemas?.
Durante todo el horario
se me olvidaba
porque tenía demasiadas
cosas en la cabeza, pero al acabar
volvía a efervescer
como las burbujas de la cerveza.
Llegaba a casa, me volvía a duchar
me abría una botella de vino
y me sentaba en el salón a mirar
por el balcón,
vivía en un quinto piso
sin ascensor, pero las vistas merecían la pena
me evadía... (un teatro para huir del combate).
Después de un rato entraba en la habitación
me sentaba con un vaso de vino
mirando la máquina
y la hoja en blanco:
tan desafiante!!...
Mi imaginación intentaba buscar entre
las cuatro paredes un punto infinito
como si quisiera vivir más fuera de mi
que en mismo.
Intentaba escrutar algo de sentimiento
para ponerlo en verso
pero no salía nada
solo miraba la hoja en blanco
las letras me golpeaban dejandome
cardenales por todo el cuerpo.
Era sparring de mi soledad
y estaba contra las cuerdas

Calco senderos

Comparo la vida desde la muerte
porque he muerto en la vida.
Comparo la muerte desde la vida
porque he vivido en muerte.
Valoro ambas experiencias
y las dos me llenan
porque en las dos muero
y cuando imagino que en una de ellas
resucito para estar vivo
deseo morir para no estar muerto
consiguiendo estar tan vivo
que a penas respiro para disimular que he muerto.
Así entre vida y muerte
dubita mi vida colmada de muerte y perdida
en la vida.