Necesario para la hierba,
es el gusano;
para la tierra,
la flor y el árbol.
Ser infecto para el humano,
tirado por los suelos,
arrastrado.
Una necesidad fea.
Sin el gusano no se removería
la tierra,
ni habría oxigeno en la flor,
o el árbol.
Así es la extraña simbiosis,
del creador de arte y el mundo.
Afortunadamente, aún quedan jardineros,
que no pisan gusanos,
y niños,
que juegan con ellos.
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