Corriendo con el pecho desnudo.

Parece que voy entendiendo
algo de todo esto.

Sale el sol por las mañanas,
oscurece a la tarde,
te entristeces por la noche.

Sales en medio de la calle
con el corazón encogido,
con esa sensación en la que parece
que se hace pequeño,
y puedes doblarlo,
o hacer un avión de papel,
depositarlo como una factura,
en el bolsillo pequeño
de tu pantalón vaquero.

Es hoy cuando somos mirlos,
es hoy cuando somos  pelos
en el suelo del barbero.

Parece que nos defendemos
de todo y somos fuertes.

Reconocelo,
sólo ríes, encoges tus hombros,
y confundes tu corazón
con una moneda de dos euros,
para pagar en el bar,
un beso en botella.

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