Me bebo en cada botella
mis propias ansias.
El sol me sorprende
en la misma esquina.
El calor no viaja,
el frío no llega.
Me bebo
en cada botella,
y luego me rompen.
Ando por la calle,
me camuflo mirando
al suelo, como cuando
de niño, me pusieron gafas.
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