Barco de papel
que fabriqué
con las estrellas
de mis piernas.
En él atraco
para recoger
mi turno.
Analizo
lo que me toca
No es más que
reto de de carne
y tormenta.
Lo acepto
como el gato
que mira
la luna
desde debajo
de un coche.
Me ha tocado
ser el ultimo
y muchos
ese turno,
no lo desean
pero
me gusta
llegar el ultimo,
tener esa perspectiva
subyacente
del que pierde tiempo,
que en realidad
me enseña a esperar.
Recojo mi turno
ese que nadie
desea
pero que enseña.
Miro lo que me ha tocado,
poca salud y números
rojos...
Tengo los bolsillos
vacíos,
tengo las cuentas negativas,
tengo la senda espinosa
duro trabajo
del verso,
que cae
escalera abajo...
Pero traduciendo:
tengo la risa,
el alma llena,
y el corazón
colmado de vientos
que soplaran
las velas de mi barco.
Soy el hijo del desafío
soy el contrincante del dolor,
aguantado a base
de apretar dientes
y bajar montañas
de arena helada...
Ahora mi corazón sopla
y mi barco zarpa
sin víveres
pero con la ilusión
del borracho
que invierno
duerme caliente...
Sopla corazón, sopla
que tu viento... navega.
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