A ellas
que destrozo
en mil pedazos.
A ellas que ahogo
en ginebra y cerveza.
A ellas que echo humo
y maltrato.
A ellas que soportan
mis masivas destrucciones,
que soportan mis lagrimas
de orgullo que como cataratas
caen en ácido sobre todo
lo que dentro poseo...
A ellas:
Alma
corazón
espíritu
humores
negros
amarillos
y antipatías
de mi foro
interno...
A ellas que destrozadas
por todo lo que hago,
incluso cuando escribo
versos de animal nocturno
encendido.
A ellas...
dedico este aullido,
este ladrido a la noche
nublada
con luna opaca
Aúllo en la noche
estrellada desnudo
y con mi piel
erizada...
agazapado
en esta oda...
Mientras se sienten destrozadas
solo decirles
que
ahora que están rotas
las contemplo
a la luz de esa luna,
las observo
con mis ojos ensangrentados
y las comprendo como mecano
A ellas decir
que juego a destrozarlas,
derrumbarlas,
que me pongo casco
de poeta para que no me descalabren
y ahora
con las formas angulosas,
jugaré
como un niño enfadado,
a recomponer sus estilos,
sus infinitas calles de sufrimiento
por esta vida desordenada que todo
lo quema...
Construyo mis entrañas
de nuevo con sus formas
derruidas
y las compongo...
Con temblor
inseguro
se balancean
al huracán
interno.
Entrañas de ladrillo,
de adobe...
pronto la cascada
volverá a destrozaros,
Pronto el viento
querrá derribaros,
Pronto volveré
a reconstruir
mi propio derribo.
que angustia y desolación. Transmites lo que sientes, lo sé, y lo transmites con toda intensidad. Por eso te admiro...
ResponderEliminarTe vas mejorando por momentos amigo Carlos, como un buen vino en barrica de roble, asentándose en todos sus aromas...un abrazo de Marta
ResponderEliminar"Pronto volveré a reconstruir mi propio derribo"
ResponderEliminarhermoso, cierto, sin compasión... ¿quién dijo que el dolor no sirve para nada?