En favor de la locura y para no caer en rutinas de asedio apático.
Mis ganas son las de tener de nuevo nueve años.
Sentir la muerte como suicidio de la vejez; que la sangre sea la transfusión de mi propia reencarnación.
Revivir es hacer plastilina, de las patas de gallo.
Vivir es una emoción constante.
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