Eres libre,
como lo somos los demás,
en el hogar de la exactitud,
tu reprimenda de cactus de espuma,
reverdece en flor de quilombo,
La esperanza camina de puntillas,
y es una sorpresa negra.
No recuerdes nada, ya llegan solos
cuando más lo necesitas.
A todos nos disgusta la soledad,
mas, todavía más, el vacío.
Llénate de ti mismo,
camina por la ciudad,
que ajena a todo,
se hace tuya, a cada emoción
vivida.
Gracias
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