En favor de la locura y para no caer en rutinas de asedio apático.
Desayunos que apaciguan la ausencia.
Son las 08:00 de la mañana,
soy un adicto del despertar,
me giro en la cama,
y exprimo su vagina
como una naranja
para sorber su néctar,
apagar esta desesperación,
esta agonía de las ocho horas
sin consciencia de sus besos.
Puedo entender tu adicción al despertar...
ResponderEliminarEsa ausencia que duele.. intenso!
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