la frontera más cercana
no es mi vergüenza
desde luego.
Para hacerlo
me deslizo
por la sombra de la luz,
oscura y taciturna
Juego a juegos infantiles
que convierto en suicidas,
para matar al niño que llevo
dentro.
Mi inmensidad de ser,
es una burbuja en el
culo de un vaso
de vino.
Jugando a romper
mis alas...
no existe el dolor ajeno,
solo conseguir
quebrarlas,
para luego quemarlas
De qué sirven ?
me pregunto
Para qué las llevo?
me consulto.
Jugando a romper mis alas
camino sucio
por las calles mientras
me desnudo,
para descalzo,
pisar la alfombra
de plumas que despelucho
durante le sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario