donde los niños
no lloran sino gritan.
Allí pude ver la noche que olvida
al negro,
el color despreciado
no es más que el ángel caído del arco iris...
Abrí las puertas y entre al salón desnudo,
todo el mundo se marchaba por las paredes
trepando hasta alcanzar el árbol de ramas
cosquilleantes...
Nadie sabía lo que acontecía
y la muerte era un simulacro de risa
el salón cerró sus puertas y todos rieron,
el tedio marchó
la vida se coló en la cesta de la carne...
si si si....
todos reían,
ó al menos eso creen!!
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