Será Héspero quien despierte
o el sándalo el que llame.
Dulce la puerta de la ira
ofrece su desdén a quien confía;
pues son mieles de tarde,
aquellas que nutren, mientras arden,
la feroz y salvaje celosía,
que sin trama justificada
acaba siendo pasto,
in veritas aquí lo estampo,
de abyección en noche fría.
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