En favor de la locura y para no caer en rutinas de asedio apático.
Espanto mi sombra, soy el ciclón de lo absurdo, me arranco las ganas con la soledad de lo imaginado.
La mentira es una visita de la cobardía.
Huyo por el sumidero de la angustia.
Me mato conmigo, me atraganto sonriendo.
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