Tengo ganas
de muchos cambios,
mientras me agarras
la mano invisible.
Escalar una montaña,
emborracharme en un barco.
Hace algún tiempo
que no cabalgo,
y mi caballo
ahora no es de cartón
sino de estropajo.
Tengo tus palabras,
en post it,
hasta en los muebles
de la cocina,
y siempre que las leo,
Artaud se hace insignificante.
El dolor diario es peor
que los incendios de verano,
lo calcinan todo.
Por eso me enamoré de ti,
a una vez que murió agosto.
Así da gusto ser musa...
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