Hablo con mis sueños
cuando duermo.
Dialogo sin lógica
y no los tengo,
pues ellos me razonan.
Me dicen:
Vamos chico,
aún puedes darme
formas infinitas y reales
como esto.
Siempre quise tener
sueño, dentro del sueño,
como el barroquismo
de la esperanza.
Hablo con mis sueños
y me dicen siempre
lo mismo,
y cuando despierto
es como si saliera
de una placenta
viscosa de vino tinto.
¡Qué belleza, Carlos! ¡Qué belleza!
ResponderEliminarNo dejes de dialogar, te dirán lo correcto...
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