Tengo dos sendas

Desde el estomago
de una ballena,
estos versos nacen
porque he rajado
mi pecho.
Mis dos sendas
son inmunes y oscuras:
una el cuaderno y el bolígrafo
otra el teclado y la pantalla.

La primera me desgrana
y me desgaja.
La segunda es combate
a golpes contra las teclas,
una dibuja mi alma,
la otra, golpea mi mandíbula,
como un reloj de arena,
convertido en duro cemento
tras la lluvia...

Juego con el tiempo desde aquí dentro,
el calor me acoge,
es agradable el mundo,
cuando el mundo esta por encima
de ti sintiéndote protegido.

El estomago de la ballena
nos tragará todos
pero algunos
nos matamos antes
para saltar sobre
su diafragma de horas
y minutos,
que marcan
como un tambor
el paso del tiempo.

Este poema está escrito
desde dos sendas,
pero en un mismo sitio,
solo queda que adivines
que partes
son cada una...
ó no?...

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