entrando por sus huecos,
por sus puertas entornadas,
mirando a través de sus ventanucos.
Cotilleo por los minutos
para salir por la puerta
de atrás de las horas...
con la extraña sensación
de hacer nada
desperdiciando su momento.
No tengo nada
por lo que navegar,
solo relleno
su tanque
de combustible
y ruedo
y conduzco
mirando alrededor
de las ventanas,
viendo un paisaje
de deshecho
que amontona escombros,
de todo
el que lo desperdicia.
La tristeza de la desilusión. La frustración de cada amanecer. El amor al recuerdo.
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