Corazón en medio de solares descalzos.

Oh mesa coja
resquebrajada,

Te sustituyeron el juego
por la partida.

Perdiste la juventud,
sigues perdiendo al póquer.

Desnuda de inviernos,
ardes en un descampado
olvidado de tormentos.

Palabras en medio de la casualidad adyacente.

Siete comas, medio punto y aparte.
El diablo juega con la tragedia
de los objetos.

Veinte leguas mudas,
el vientre de las ballenas
es un verso que se deshace
en medio de la noche,
mientras huye de los arpones.

Vives en un pueblo de seis millones
de habitantes y estás solx.

Mi madre me enseñó
a recortar nubes y pegarlas
en el papel.

El destino es tuerto,
cuando la noche reclama
el dolor que no es suyo.

Ahora tengo los cuartos
crecientes en el bolsillo,
y la luna llena se vacía
sobre sus senos de mujer
ejercida por una doliente
soledad.

++++++

Aguanta el despegue,
lo inerte será un recuerdo sesgado
en la balda de una memoria absurda.

Vendrán con libros abiertos
nuevos ejércitos,
y la munición caerá sobre nosotros
plena de conocimiento.

Botellas vacías locuras alimentadas.

Desesperadas
las aspas del molino,
sacudían atrocidades
de su traje encalado.

Hay un hidalgo
que toma vino
y LSD.

Detrás la excusa
para no hacer nada.

Todos sacamos entrada.
Nadie nos mordió
el ticket.

Abandonar las estancias
en medio de la  oscuridad,
sin tropezar con nuetras vesanias.

Espetando a todos los peces, una canción de vacío.

Pasa nuestra escena
cargada de mugre.

Se oyen los cantos
y las piedras ahora oyen.

Exprimidos nos entregamos
a nuestros vicios.

Algún día todo se romperá
para ser arreglado por otros
que no juegan con la vida.

Paseo en la llaga de la tristeza.

Tengo la muerte
adherida en mis zapatos.

No importa donde vaya,
siempre me anda matando.

Quizás entiendas, ahora,
por qué vamos viviendo
al tiempo que caminamos.

Tercios bebidos entre adicciones desechables.

El alma como el whisky.
La sangre vino añejo,
que sabe demasiado.

Meo cerveza
e imgino que el cariño
es un cartel de fiestas
de hace cincuenta años.

Lugares de respiro en medio de la batalla, con cuartel desvencijado.

Maldigamos la vida,
la miseria,
la amistad fallida.

Maldigamos el camino,
el atajo,
la foto de hace años;
aquella canción que elegimos
con quien no hablamos ya.

Maldigamos lo gordo,
maldigamos lo flaco,
maldigamos el alma,
maldigamos el corazón,
maldigamos lo sagrado,
maldigamos los buenos tiempos,
maldigamos el beso,
el abrazo,
la borrachera,
la mirada atravesada,
lo furtivo que queda entre nosotros,
maldigamos vivir,
maldigamos el amor.

Hagámoslo...
pero sobre todo hagámoslo en un bar...
en cualquier parte mundo
pero hagámoslo.

El reloj no marca tiempo, solo sombras que complican la metáfora.

Alrededor de la construcción
de la nada,
flota el éxito rodeado de basura.

Abandona el proyecto.
Abandona el proyecto.

Reinicia el status quo.
Mañana el futuro,
será una sinergia imperfecta
que se rodeará de caras.

Hemos despegado,
no hay emociones
junto al compañero
de viaje,
porque siempre preferimos
mirar por la ventanilla;
aun siendo viajeros interestelares.

Libertinajes sin ascos a los tabúes.

Reclamo mi desastre
como movimiento único
de la política de mis noches.

Tenerlo todo desordenado,
que esté todo revuelto,
tenerte siempre patas arriba.

Cabeza,
sentimientos,
y sexo.

Reservo
todo este revuelo
para tropezar
siempre contra el suelo;
lo que siempre vi cabizbajo...
ahora es mi cielo.

Aquí, ahora, no hay nada que prodigar.

No cambies tus inercias
por movimientos externos.

Hay un doctor
en medio de la oscuridad
que descifra
cualquier dolencia externa.

Todo es una maldición
que no es nuestra.

No niegues tus intentos,
son la radicalización de tu fuerza.

Mañana podrás hacerlo
de nuevo.

Las criticas son oráculos
indolentes al vacío.

De donde vengas,
no olvides ir dejando
tu equipaje como siembra
de experiencia...
así no pesa, así no molesta.


Yo vi caminar a una piedra sobre un hombre.

Acabando la vida
la jornada despierta
en mitad de la madrugada.

La noche es un secreto que todos callan.

Ahora vine a acampar en el pico alto,
de la estrella que habéis olvidado.

Esto es lo más seguro:

La música que escuchan
esos hijos que os hablan en idioma
que no entendéis,
es la comprendida
como idioma antes de emerger.

Lenguaje de estrellas en la que esperamos
felices antes de nacer.

Constancia creativa del plato resquebrajado

Heurístico
observo ebrio
y solo,
la hilaridad
que nos reserva
un sentimiento
que se abre paso,
sin respetar,
al dolor que causa
tomar verdad
de los sueños incumplidos.

Arrancarte los ojos
es como saltar
a la comba
después de un sándwich
de Nocilla.

Tomar partido
de lo aprendido
no es lanzarte al vacío,
es una pedrada que te lanzas
al futuro.

Un corte de digestión
mientras digieres
la tortilla francesa
de huevo podrido.

Camuflaje de hojas negras.

Me arrastro
al lugar más recóndito
de la miseria.

Bebo allí
en bol
el jugo de las bilis
que la vida exprime.

Me agencio
la venta de los
torpes suicidas,
descubro que todo
dulce es el chocolate
de la muerte
para entrar despacio
en la agonía.

Recuadros con óleo de vasos colmados.

Ocho recuerdos,
para un solitario
caído a plomo.

Como la escoba
barren dañando todo,
mientras olvidan.

Nunca imagines
lo que ya posees,
caerá a solas.

El fuerte viento,
despeina el movimiento
interesante.

Yacen muertas
ideas imaginadas,
senectas, enterradas.

El vino tinto
posee toda la sabiduría,
mañana atardecerá
con el rojo de tu boca
sobre el mundo,
ahora mismo
esta madrugada
tiene ya el color
de tus sueños.

Imaginaciones dentro de mis estigmas.

Sube y baja,
mi universo estable
en una partitura dislocada.

Mientras bebo a solas
imagino su nombre pintado
por todas las paredes.

Es tiempo de sequía,
momento de gotear,
dejar de correr por las calles.

Dormiré con las luces encendidas
para mostrar el camino,
para que vuelva como antes
a esta estancia sin plantas,
páramo vacío sin palmeras.

Raja abierta que oculta
la verdadera herida.