Llevo desechando
mucho tiempo,
la algarabía
inexacta de mis planes.
Parece que voy creciendo
sin cáscara,
y la piel inhibe
es un traje de héroe
hirsuto y vacío
de la movilidad
que excita
la provocación
de la vida,
ante la nada
de la muerte, que arrenda
la vida en parcelas
acabadas con beneficio
ajeno.
No tenemos nada,
aunque amasemos
pan todos los años
para saciar hambre ajena.
La posesión
en una definición
material,
para ser existentes
y no vitales.
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