Frente a mi,
una muerte.
Doliente,
irreverente,
descarada,
advenediza.
Tras de mi,
una experiencia.
Colmada,
vacía,
a veces arrepentida,
otras corta de acción.
En ocasiones...
desdichada.
Es un duelo
constante...
en medio,
yo.
Mi ego.
Mi decisión.
Pantalla de carne
para las balas
que fabrica el día
a día.
Espero los disparos,
para alimentar estos
pasos, que alimentan
la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario