Tengo tres de mis dedos
acabados en punta
con tinta negra.
Aunque todo el dolor,
a veces suda tinta,
el negro es capaz de escribir: verde.
Miro al frente durante
horas.
El mundo es un pozo oscuro,
la vida una cuerda y al extremo el cubo.
Saco colores y pinto,
pero es mi oficio el escribirlos.
¿Qué color ves ahora
cuando acaba esta suite amortajada?
Sigo escribiendo en negro sobre blanco
la expresión: arco-iris desesperado.
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