como el lobo acosado,
hago de todo un juego inerte
de orgasmos,
tengo el sexo desconsolado.
Camino de puntillas,
y como el cactus,
mejor no te pongas a mi lado.
Escribo en las pizarras,
de mi infancia,
tu nombre con mi rabo,
cuando ser un salvaje atrapado,
es despertar como un adulto
lleno de miedos,
y desear tan solo,
correr desnudo,
beberte a tragos,
follar contigo
hasta en el descansillo,
de los hoteles donde vamos.
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