Ojos cerrados como calambres en las piernas.

Tengo que dejar
de pensar
en mi cuero cabelludo,
y en mis uñas,
y en quedar siempre bien,
y en beber tan poco,
Y en el ruido de mi cabeza.

Es necesario dejar de ser yo
para pasar más tiempo,
con mi otro ego...
he de estar conmigo
para centrarme en ti,
como lo deseo en mi;
siendo tú, la sustancia
bipolar de mi yo.

Todas las desidias,
las llevo colgadas
de mi llavero,
por eso el suelo de casa
está preso,
y, mi coche,
en ocasiones,
no arranca.

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