A mi no me gusta estar nacido,
prefiero decir que estoy desenterrado.
Yo no vengo de un vientre rasgado
ni de una semilla que se nutre del fruto,
no,
vengo de la tierra negra que acosa
a los vivos para ahuyentar su ilusión.
Prefiero no estar nacido,
sino desenterrado,
para sentirme más muerto que vivo,
en este mundo de incienso pútrido
que obliga a no ser
cuando se quiere estar.
Yo no vengo de la vida para la vida
yo vengo del sufrimiento
para estar comido y muerto.
Yo vengo nacido,
vengo alegre en procesión
con cirios y bufones
que cantan mi sonrisa
permanente,
de tumba negra.
Mi vientre
es un huevo sanguinolento
la vida
una eclosión de incertidumbre
que viaja por los estómagos
describiendo espirales
de muerte ordinaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario