Rematando los últimos tragos,
la gente sale del bar
como si goteara un grifo.
El camarero ya no es tan amigo
y amanece entre cuatro paredes
que advienen su sol
como si fuera cierto.
Todo parece distinto
a las seis de la mañana.
Salgo a la calle, aún es de noche
es hora de buscar algún refugio
escudado en desayunos
para seguir bebiendo.
Amanece y agrede
a los ojos la luz violenta
Amanece, se acaba lo bueno
solo en la taberna de Frank
"El Tuerto" se puede esperar
a oscuras el siguiente día.
Por suerte,no cambiaras nunca,jeje
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